La morfologia de una mañana

Montado sobre las alas deshechas de un Icaro que jamas alzó el vuelo alcanzo apenas a entrever por el entrecejo de mis ojos cansados por la mortecina luz de una luna marchita a uno que apenas puede mirarse, entrecerrando un pocomas mas poco los ojos... esta ahi!, es una bestia bipeda enferma, herida en alguna parte entre un sueño-cartilago o quiza se duele un poco mas arriba de esa garganta-esperanza que le sangra tanto y con tanta desespracion, le veo y sus cadenas parten mi alma mas que sus quejidos huecos y son tres notas en su voz arcaica las que me llaman desde una penumbra que no creo recordar, cada que lanza su gemido mi cabeza parece querer partirse en dos, como deseando unirse a la inmortal melodia, encadenada como esta no parece tener un deseo, pero en cuanto las cadenas retumban en el castillo de su conciencia se puede ver ese brillo esmeralda en los ojos del que no desea cejar ni un instante, en sus ojos se puede ver mas aun que solo ese resplandor ocresmeralda se puede ver un profundo... Parate ya huevon!!
Y la bestia esta ahi, parada frente a un espejo que refleja unos ojos densamente rojos por una cruda que no puede soportar... una vez mas la vida es un exceso que no se para de disfrutar.

El Tiempo nos atrapa, con manecillas de obsidiana aprieta las nudosas cadenas de nuestra vida, nos engaña mostrandonos lo perecederos que podemos llegar a ser, lo proximos que estamos a todo pero suficientemente lejanos como para no poderlo asir; el tiempo se burla de nuestras prisas muy a sabiendas que solo lo invento para vernos correr, el tiempo solo es eso: Tiempo, no hay masa tiempo que vida ni vida en el tiempo, no hay mas tiempo que el tiempo que te dedicas, o que dedicas o que cincientizas, no hay mas tiempo que TU tiempo, no hay vida en el tiempo porque el tiempo ahoga, el tiempo te hace ver perecedero, y no eres finito a menos que tu lo desees o estes conciente de ello. Yo no soy finito, me deshebro en el tiempo, viajo y me colapso por todos los vertices que son expandidos, mi tiempo corre a mi lado, me acompaña pero no me persigue, me guia pero no me muestra, mi tiempo es una vertebra al desnudo que muestra no lo finito del ocaso, que muestra lo infinito de mi espacio. Mi tiempo y yo nos complementamos, si yo corro mi tiempo se aletarga, pero si me aletargo mi tiempo se desenfrena y desboca como sierpe iracunda, si espero, mi tiempo no me hace llegar, pero si no espero nada mi tiempo me hace llevar sorpresas y obsequios. Mi tiempo es un espejo de obsidiana humeante. Mi tiempo se evaporo antier y no me quedo mas que respirarmelo.